Deportes | Martes, 25 de marzo de 2003
RACING, UN GRANDE QUE FESTEJA CIEN AÑOS DE FUTBOL
Desde Barracas a la gloria
El Cilindro de Avellaneda será escenario de un festejo histórico y una nueva cita por la Libertadores. En un presente lleno de sonrisas, valen los recuerdos de un siglo en celeste y blanco.
La hinchada de Racing, compañera inseparable de un equipo que vivió todas las instancias del fútbol.
Por Ricardo Romero *
Eran los albores del siglo XX y Barracas al Sur cobraba vida al paso del Ferrocarril y a actividades económicas vinculadas con el puerto. Allí, algunos trabajadores encontraron una pasión para disfrutar en sus ratos de ocio, y así surgió en 1901 el Football Club Barracas al Sud. Al año siguiente, una disidencia por el color de las camisetas fracturó al Club y un grupo formó Colorados Unidos del Sud. Luego de dos años de separación, el 25 de marzo de 1903 los socios de ambos clubes se reencontraron en el Mercado de Hacienda de Alsina y Colón. La institución fue bautizada a partir de una revista de automovilismo con la palabra Racing, y así nació el Racing Foot Ball Club, presidido por Arturo Artola.
En febrero de 1893 se había creado la Argentine Association Football League, formada por equipos de raigambre inglesa. Al ingresar a la liga, en 1905, Racing se convirtió en el primer equipo de sangre criolla, un rasgo sellado en sus colores, adoptados en el centenario de la Revolución de Mayo. También en 1910, el equipo alcanzó la primera división al ganarle a Boca 2 a 1. En 1911, sorprendió al ganarle 3 a 1 a Alumni, que había conseguido diez títulos en doce torneos. Poco después nació "la Academia": desde 1913 hasta 1919 dio cátedra de fútbol, alzándose con siete títulos, cuatro de ellos invicto. Racing batió records de recaudación, y eso le permitió comprar en 1915 los lotes de Mitre al 900 donde se edificó la sede y los terrenos de su estadio. Luego de salir subcampeón en 1920, volvería a la gloria en 1921, sacándole 14 puntos al segundo. El desgaste lo privó del primer puesto durante tres años, hasta que en 1925 volvió a salir campeón invicto. Con la nueva década, la huelga de jugadores abrió la era del profesionalismo.
El crecimiento de una hinchada tiende a explicarse por los títulos ganados, pero esto no se cumple con Racing. Si bien durante 25 años –18 en el profesionalismo– no logró ningún título, siguió sumando socios. Así, de los 2346 de 1923 pasó a 6414 en 1931, cifra que triplicó en 1937 (20.227), hasta alcanzar 56.051 socios en 1948. Volvió a abrazar la copa de la AFA en 1949, cuando obtuvo su primer campeonato profesional, repitiendo el título en 1950/1951. Muchos relacionan este período con los gobiernos de Perón. Sin embargo, el historiador Mario Rapoport asegura que "Perón era hincha de Boca, el académico era su ministro de Hacienda Ramón Cereijo, quien gestionó el crédito para el estadio". Otra anécdota que desvanece el mito refiere a la polémica en la final entre Racing y Banfield en 1951, donde Evita hizo fuerza para evitar que la Academia obtuviera el tricampeonato. Lo cierto es que Racing marcó un nuevo record, tres títulos continuos en campeonatos de ida y vuelta.
La Academia siguió desplegando buen fútbol. El recambio mostraría una delantera de lujo, con figuras como Pizzuti, Maschio y Corbatta. Esto le permitió alcanzar en 1958 un nuevo título y luego, en 1961, de la mano de una delantera imponente con Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén, accedió a su quinto campeonato profesional. Las malas campañas posteriores llevaron a que en 1964 realizara una inversión cuantiosa con jugadores como el brasileño Dorsal, Menotti y Pastoriza. Una inversión infructuosa, ya que terminó sexto y con una crisis que superó vendiendo ese equipo. Así se abrió paso a jóvenes de las inferiores, que se eternizarían como el "equipo de José": Juan José Pizzuti formó un equipo con Perfumo, Díaz, Basile y Cejas, entre otros. El equipo se mantuvo invicto por 39 partidos, y obtuvo el campeonato 1966 con sólo dos derrotas.
Ese juego ofensivo proyectó a Racing en el fútbol internacional. En la copa Libertadores de 1967 disputó con equipos de Colombia y Bolivia y luego con River, Colo Colo y Universitario, llegando a la final con Nacional de Montevideo, empatando los partidos de ida y vuelta. La consagración llegó en el tercer partido en Chile, por 2 a 1. Había que enfrentar al campeón europeo: en el Hapdem Park de Escocia, Racing perdió por un tanto frente al Celtic de Glasgow, pero el 1º denoviembre, en Avellaneda, ganó por la mínima diferencia. En un tercer partido peleado, el zapatazo mágico del Chango Cárdenas puso a los hinchas de Racing en éxtasis.
El éxtasis sería preludio de la oscuridad. En 35 años, Racing pasó por crisis financieras y malas campañas, incluyendo la amargura del descenso en 1983. Tras el ascenso, en 1988 Racing conquistó la Supercopa, pero el campeonato local siguió esquivo. Pasó por su peor crisis financiera en el 2000 y obtuvo apenas 11 puntos en el Clausura 2001, pero llegó el "paso a paso": En la desolación de diciembre de 2001, la Academia volvió a gritar campeón, de la mano de "Mostaza" Merlo. El centenario llega en otro gran momento, y bien vale el homenaje para un grande indiscutible. Hoy, desde las 17, en un partido que conjugará viejas glorias e ilustres invitados, el Cilindro volverá a vestirse de fiesta. Después llegará el momento de un nuevo sueño americano, esta vez conjugado en presente.
* Politólogo e historiador. Hincha de Racing.
Eran los albores del siglo XX y Barracas al Sur cobraba vida al paso del Ferrocarril y a actividades económicas vinculadas con el puerto. Allí, algunos trabajadores encontraron una pasión para disfrutar en sus ratos de ocio, y así surgió en 1901 el Football Club Barracas al Sud. Al año siguiente, una disidencia por el color de las camisetas fracturó al Club y un grupo formó Colorados Unidos del Sud. Luego de dos años de separación, el 25 de marzo de 1903 los socios de ambos clubes se reencontraron en el Mercado de Hacienda de Alsina y Colón. La institución fue bautizada a partir de una revista de automovilismo con la palabra Racing, y así nació el Racing Foot Ball Club, presidido por Arturo Artola.
En febrero de 1893 se había creado la Argentine Association Football League, formada por equipos de raigambre inglesa. Al ingresar a la liga, en 1905, Racing se convirtió en el primer equipo de sangre criolla, un rasgo sellado en sus colores, adoptados en el centenario de la Revolución de Mayo. También en 1910, el equipo alcanzó la primera división al ganarle a Boca 2 a 1. En 1911, sorprendió al ganarle 3 a 1 a Alumni, que había conseguido diez títulos en doce torneos. Poco después nació "la Academia": desde 1913 hasta 1919 dio cátedra de fútbol, alzándose con siete títulos, cuatro de ellos invicto. Racing batió records de recaudación, y eso le permitió comprar en 1915 los lotes de Mitre al 900 donde se edificó la sede y los terrenos de su estadio. Luego de salir subcampeón en 1920, volvería a la gloria en 1921, sacándole 14 puntos al segundo. El desgaste lo privó del primer puesto durante tres años, hasta que en 1925 volvió a salir campeón invicto. Con la nueva década, la huelga de jugadores abrió la era del profesionalismo.
El crecimiento de una hinchada tiende a explicarse por los títulos ganados, pero esto no se cumple con Racing. Si bien durante 25 años –18 en el profesionalismo– no logró ningún título, siguió sumando socios. Así, de los 2346 de 1923 pasó a 6414 en 1931, cifra que triplicó en 1937 (20.227), hasta alcanzar 56.051 socios en 1948. Volvió a abrazar la copa de la AFA en 1949, cuando obtuvo su primer campeonato profesional, repitiendo el título en 1950/1951. Muchos relacionan este período con los gobiernos de Perón. Sin embargo, el historiador Mario Rapoport asegura que "Perón era hincha de Boca, el académico era su ministro de Hacienda Ramón Cereijo, quien gestionó el crédito para el estadio". Otra anécdota que desvanece el mito refiere a la polémica en la final entre Racing y Banfield en 1951, donde Evita hizo fuerza para evitar que la Academia obtuviera el tricampeonato. Lo cierto es que Racing marcó un nuevo record, tres títulos continuos en campeonatos de ida y vuelta.
La Academia siguió desplegando buen fútbol. El recambio mostraría una delantera de lujo, con figuras como Pizzuti, Maschio y Corbatta. Esto le permitió alcanzar en 1958 un nuevo título y luego, en 1961, de la mano de una delantera imponente con Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén, accedió a su quinto campeonato profesional. Las malas campañas posteriores llevaron a que en 1964 realizara una inversión cuantiosa con jugadores como el brasileño Dorsal, Menotti y Pastoriza. Una inversión infructuosa, ya que terminó sexto y con una crisis que superó vendiendo ese equipo. Así se abrió paso a jóvenes de las inferiores, que se eternizarían como el "equipo de José": Juan José Pizzuti formó un equipo con Perfumo, Díaz, Basile y Cejas, entre otros. El equipo se mantuvo invicto por 39 partidos, y obtuvo el campeonato 1966 con sólo dos derrotas.
Ese juego ofensivo proyectó a Racing en el fútbol internacional. En la copa Libertadores de 1967 disputó con equipos de Colombia y Bolivia y luego con River, Colo Colo y Universitario, llegando a la final con Nacional de Montevideo, empatando los partidos de ida y vuelta. La consagración llegó en el tercer partido en Chile, por 2 a 1. Había que enfrentar al campeón europeo: en el Hapdem Park de Escocia, Racing perdió por un tanto frente al Celtic de Glasgow, pero el 1º denoviembre, en Avellaneda, ganó por la mínima diferencia. En un tercer partido peleado, el zapatazo mágico del Chango Cárdenas puso a los hinchas de Racing en éxtasis.
El éxtasis sería preludio de la oscuridad. En 35 años, Racing pasó por crisis financieras y malas campañas, incluyendo la amargura del descenso en 1983. Tras el ascenso, en 1988 Racing conquistó la Supercopa, pero el campeonato local siguió esquivo. Pasó por su peor crisis financiera en el 2000 y obtuvo apenas 11 puntos en el Clausura 2001, pero llegó el "paso a paso": En la desolación de diciembre de 2001, la Academia volvió a gritar campeón, de la mano de "Mostaza" Merlo. El centenario llega en otro gran momento, y bien vale el homenaje para un grande indiscutible. Hoy, desde las 17, en un partido que conjugará viejas glorias e ilustres invitados, el Cilindro volverá a vestirse de fiesta. Después llegará el momento de un nuevo sueño americano, esta vez conjugado en presente.
* Politólogo e historiador. Hincha de Racing.
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